CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 29 de Octubre: SIEMPRE ALICE

El próximo jueves, 29 de octubre, proyectamos en la Casa Municipal de Cultura, dentro de la programación “Cine con Otros Ojos”, “Siempre Alice”, de Richard Glatzer y Wash Westmoreland, en sesiones de 6 y 8:30 de la tarde, con la localidad a 3´50 euros.

         Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Valentín Terrazas que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.
         Un abrazo, y hasta el jueves.



SINOPSIS DE LA PELICULA:

Alice Howland está orgullosa de la vida que tanto esfuerzo le ha costado construir. A los cincuenta, es profesora de psicología cognitiva en Harvard y una experta lingüista de fama mundial, con un marido exitoso y tres hijos adultos. Cuando empieza a sentirse desorientada, un trágico diagnóstico cambia su vida, al tiempo que su relación con su familia y con el mundo, para siempre. Con elegancia y delicadeza, la autora nos acerca a los sentimientos de quienes padecen alzhéimer y sus familias.









COMENTARIO:

Arenas movedizas
            “Así continuaron viviendo en una realidad escurridiza, momentáneamente capturada por las palabras, pero que había de fugarse sin remedio cuando olvidaran los valores de la letra escrita”Cien años de soledad, Gabriel García Márquez.

El olvido puntual de un nombre, la perplejidad momentánea al no saber para qué se ha entrado en una habitación o abierto un armario… -esos episodios tal vez banales que se suceden en nuestra vida- van cobrando en la de Alice Howland, personaje central de esta admirable película, una mayor frecuencia e intensidad. Determinados sucesos -la desorientación, la repetición mecánica de una misma observación o pregunta…- asoman a Alice primero a la sospecha y pronto a la certidumbre del mal que le corroe. Un neurólogo ratificará su temor: alzhéimer. En su caso, un diagnóstico aún más devastador: alzhéimer de inicio precoz, aquel que afecta al enfermo a una edad inusualmente temprana.
            ¿Cómo enfrentarse al desastre?, ¿cómo hacerlo en cualquier supuesto, incluido -en el caso descrito por el film- el de haber dedicado toda la vida al estudio del lenguaje y la identidad? Julianne Moore -merecido Globo de Oro y Oscar 2015 a la mejor actriz principal por este magistral trabajo- describe su lucha titánica contra un enemigo fatal, invencible, sus esfuerzos para retrasar lo inevitable, la planificación de un último recurso, la pérdida acelerada de autonomía. En resumen, su resistencia a la maldición de comprobar cómo sus recuerdos y su capacidad de expresarse van disolviéndose, triturados por la voracidad implacable de las arenas movedizas. Resulta alentador, y terrible a un tiempo, que la palabra superviviente, cuando todas las demás se han difuminado, sea “amor”.
            La emocionante contención con que Alec Baldwin y Kristen Stewart dan la réplica a la protagonista contribuyen a dibujar con acierto el impacto que la enfermedad produce en el entorno más inmediato de quien la sufre.
            Hay películas que nos ayudan a reconocer nuestra naturaleza, nuestro compromiso respecto a los otros, nos sean o no próximos; esta es una de ellas. La delicadeza con que sus directores, Richard Glatzer y Wash Westmoreland -matrimonio autor de otros títulos intensamente humanistas: El estimulador (2001), Quinceañera (2006) y La última aventura de Robin Hood (2013)-, conducen esta adaptación de la novela de Lisa Genova responde sin duda a las circunstancias que vivían ambos durante el rodaje de Siempre Alice: el agravamiento de la ELA (esclerosis lateral amiotrófica) de Glatzer, fallecido menos de tres semanas después de que Moore recibiera su Oscar.

Valentín Terrazas

 

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