CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 20 de Marzo: INCH´ALLAH.

El próximo jueves, 20 de marzo,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “Inch´Allah”, de Anaïs Barbeau-Lavalette  –en versión original subtitulada-, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 3´50 euros. 

Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Miguel del Pino que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel. 

Un abrazo, y hasta el jueves.


 

SINOPSIS DE LA PELICULA :

En un campo de refugiados palestino de Cisjordania, Chloé, una joven canadiense, cuida a mujeres embarazadas. Su relación con personas que se hallan a ambos lados de los muros y puntos de control del campo hará cambiar sus creencia y convicciones.



















Inch´Allah, si Dios lo quiere...

Si hay un conflicto eterno del que es inevitable hablar cada día, aunque sólo sea por lo reiterativo del mismo, es el de la guerra entre árabes e israelíes. Y, para muchos, tal vez no resulte agradable dedicar su tiempo a este tema, lo que no es óbice para que el “tema” siga estando presente. La cuestión es si resulta inevitable identificarse con una u otra de las partes, si resulta inevitable identificarse con el dolor que se genera de uno y otro lado. Esto es lo que le acaba sucediendo a Chloé, una voluntaria que trabaja como ginecóloga atendiendo a las mujeres palestinas en Ramala.

Chloé, es una joven canadiense que se aloja en Tel Aviv y que cada día tiene que cruzar la frontera que separa a judíos de musulmanes, una frontera delimitada por un muro que separa o intenta separar a hombres y mujeres, de hombres y mujeres.

En estos escenarios, Chloé (Evelyne Bronchu) comparte amistad con una soldado israelí (Sivan Levy) y una mujer palestina (Sabrina Ouazani), cada una de ellas viviendo una realidad muy diferente y con las que trata de llevarse bien, aunque al final, tras una situación trágica -una más de las que sufren con tanta frecuencia-, la palestina Ava le recrimine que “no se moje” ante unos hechos que les afectan de manera desproporcionada. Eso mismo es lo que de alguna forma comparte la directora, Anaïs Barbeau-Lavalette, al manifestar que “es imposible convivir en medio de los dos bandos sin acabar implicándose de alguna manera en uno u otro lado”.

Anaïs parte de su propia experiencia personal de varios años viviendo en la zona, por lo que aporta sus conocimientos en el tema reproduciendo el ambiente de inseguridad que se vive actualmente en Palestina, al igual que el miedo a sufrir atentados en Israel.

El trabajo de Anaïs es el de cámara en mano, capturando lo justo sin recrearse en la miseria pero intentando transmitir la tragedia. Por esto es de agradecer que no aparezcan imágenes explicitas de ninguna situación violenta, aunque nuestra imaginación trate de recrearlas.

La situación que se vive en la zona es insoportablemente injusta, como tantas otras en el planeta. Cuesta entender por qué los principales gobiernos y los países más poderosos transigen o miran para otro lado, como si aquello no fuese con ellos. Cuesta entender cómo nos vamos tranquilamente a dormir cada día sabiendo que tal vez no hagamos lo suficiente por nuestra parte para encontrar una solución, por lo que a muchos sólo les queda pensar que esta solución llegará “Si Dios lo quiere”: Inch´Allah.

Miguel del Pino