CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 23 de Mayo: BEGINNERS (PRINCIPIANTES) (V.O.S.)



El próximo jueves, 23 de mayo, proyectamos en la Casa Municipal de Cultura –en versión original inglesa subtitulada- “Beginners” (”Principiantes”), de Mike Mills, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 3´50 euros.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Alfredo Mozas García que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo, y hasta el jueves.




Dirección:   Mike Mills
Guión:  Mike Mills
Interpretes:   Ewan McGregor, Christopher Plummer, Mélanie Laurent, Goran Visnjic

Estados Unidos, 2011 - 104 min. 
Mayores de 7 años







SINOPSIS

Beginners explora el humor, la confusión y el amor a través de la creciente madurez de Oliver Fields, que conoce a la irreverente e impredecible Anna pocos meses después del fallecimiento de su padre, Hal Fields. Gracias a esta relación, Oliver se acuerda cada vez más de su padre, que después de morir la esposa con la que vivió 45 años salió del armario para disfrutar de una vida feliz y llena de energía...





¿Qué otra cosa somos sino principiantes desde que nacemos hasta que morimos?



Voilá: aquí tienen una película agradable, sencilla, surtida de premios y de buenas críticas. Un director que viene de los vídeos musicales y el diseño gráfico, y bien que se nota. Actores con caché y ¡hasta un óscar! En algún sitio leí que para llevarte un óscar en Hollywood como actor basta con que interpretes o bien un personaje histórico de renombrada memoria en el mundo anglosajón, algún rey o reina, presidente o presidenta, o bien algún personaje marginal, y si no marginal, que pueda serlo. El de hoy se lo llevó Christopher Plummer por su secundario papel de gay jubilado. Algunos dicen que es un trabajo sensacional. Yo tiendo a pensar que el premio no es sino una constatación más de que la norma de más arriba efectivamente se cumple. Y no seré yo quien diga que Plummer no hace un buen trabajo en la película de hoy. Una vez más, si propuse en su día que se proyectase este film en nuestro ciclo de Cine con Otros Ojos no es por los premios que le dieron, que en esto del cine el que no se consuela es porque no quiere, sino solamente porque cuando la vi me gustó. Y ahora viene cuando la matan: y, ¿por qué me gustó? Vaya, me alegra que me hagas esa pregunta. Pues porque sí.

Dejemos por un rato aparte alguno de los diálogos entre padre e hijo, entre chico y chica. Empecemos por la historia. Es divertida; asume con ironía el rico universo de las relaciones personales. Hace uso de la homosexualidad como punto de apoyo para acercarse a aquéllas, a las relaciones personales, con humor y desenfado, no para denunciar marginaciones o incomprensión. Pone a la misma altura las relaciones homosexuales y las heterosexuales, acaso sin diferenciar unas de las otras. Habla de la soledad y califica de ignorante o inexperto al que trata de dar consejos sobre las parejas cuando está más solo que la una. Plantea la incertidumbre que nos acompaña cada vez que conocemos a alguien, siempre que el destino nos enfrenta con la condición de principiantes que no perderemos nunca. Y también propone la solución, la manera de afrontar tanta zozobra. ¿Cómo sino?, pues con decisión, con valentía, la de Hal para afrontar su intima inclinación sexual, la de Oliver para aprender de la heterodoxia de su padre.

Claro que todo esto lo hace con la participación de Ewan McGregor, el David Beckam de la cinematografía británica, y una tal Mélanie Laurent, completamente desconocida para mí (seguro que para nadie más), bellos ambos y, además, maduros en la inmadurez y genuinos en sus sentimientos. O sea, todo tan poco real como la vida misma. Porque la belleza de estos dos no te la cruzas nunca por la calle; ni las relaciones de los que un día nos hicimos pis en la cama tienen este perfil que parece diseñado por Christian Dior. Pero esto es cine después de todo. Y, salvo para algún atrevido como Hanneke y cuatro más, el cine está pensado para lucir como escaparate de la belleza, la estética, la de los sentimientos, la de la realidad bien acondicionada a base de maquillaje. Y de estética esta película no va mal surtida, tanto en la confección de la historia, como en la manera de contarla. En las imágenes, en la fotografía, en los monólogos que son diálogos con el perro.

¡Vaya!, me quedé sin sitio para hablar de los diálogos entre los personajes. No les va a quedar más remedio que quedarse a escucharlos. Que los disfruten.

Alfredo Mozas García 


 





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