CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 13 de Diciembre: MELANCOLÍA


El próximo jueves, 13 de diciembre, concluimos la programación de este trimestre proyectando en la Casa Municipal de Cultura “Melancolía”, de Lars von Trier, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 3´50 euros.

Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Miguel Masero Ortega que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo, y hasta el jueves.




Dirección: Lars Von Trier
Guión: Lars Von Trier
Interpretes:   Kirsten Dunst, Charlotte Gainsbourg, Kiefer Sutherland, Charlotte Rampling

Dinamarca, 2011 - 139 min. 
Mayores de 7 años








SINOPSIS 

Justine y Michael dan una suntuosa fiesta para celebrar su boda en casa de la hermana de la novia y de su marido. Mientras tanto, el planeta Melancolía avanza hacia la Tierra...






Lars, querido amigo: me ha conquistado

Nunca he sido un gran admirador del cine de Lars von Trier. Y no porque me caiga antipático el hombre o no me gusten sus películas; simplemente porque no las he visto. Y sé que roza el delito pertenecer a esta asociación y no haber visto Dogville, Bailar en la oscuridad o Los idiotas (todas ellas incluidas en las proyecciones que organiza esta asociación, lo que más que rozar el delito parece provocación). He de reconocer que el movimiento Dogma 95 -del que Trier junto a Thomas Vinterberg es creador- no me apasiona. Será por los mareos que me provocan los movimientos de la cámara al hombro, o esa iluminación de telenovela de bajo presupuesto, o qué se yo, pero siempre he sido un poco reticente a este cine.
   Pues bien. Con estos antecedentes, una tarde decidí poner fin a esta desconfianza y me dirigí al cine para ver Melancolía, la última del director danés; y en versión original (¡toma ya!) para ponerlo más fácil. Yo, que no estaba muy convencido de que el bueno de Lars me fuera a convencer, me compré un combo grande de palomitas, por si acaso; que si no te gusta la película, pues oye, al menos ya has merendado. Pues eso, que entro a la sala y me busco acomodo entre los 5 cinéfilos gafapastas que poblábamos la sala (observen que con el uso de la primera persona del plural, me incluyo). Mi expectación por la película en una escala del 1 al 10, era de un 4 como mucho. En éstas comienza la película, y mientras me acurruco en la butaca recibo uno de los mayores impactos visuales que he vivido en mi vida. Un prólogo de 10 minutos de unas imágenes en cámara súper-lenta de una belleza extrema, acompañados con el épico preludio de la ópera de Richard Wagner “Tristán e Isolda”. Y ya sólo recuerdo salir del cine con la mirada perdida (tras otros diez minutos finales impactantes, por cierto), y tirar el combo de palomitas intacto.
     Esa sensación de estar pegado al respaldo de la butaca, ojiplático perdido, ante una historia de la que no sabías nada de antemano, es uno de los momentos mágicos que a veces nos regala el cine. Y para conseguir que a todos ustedes les ocurra lo mismo, me he prometido no contarles mucho de la película (de ahí la anécdota, que quizá a alguno de ustedes les resulte insulsa, pero que, oigan, a mi me ha servido para rellenar el folio de una forma bastante aparente)
    Podría hablar sobre muchos de los temas que trata la película. Enfermedades mentales como la depresión, la manera con la que cada persona las afronta (ya sea viviéndolas en sus propias carnes, como les ha pasado en la vida real al propio Lars von Trier o a Kirsten Dunst, o compartiendo vida con gente que las padece), las formas de enfrentarse a una muerte anunciada, el eterno debate entre ciencia y religión... O incluso podría hablar de cómo con una misma idea el cine de Hollywood es capaz de crear una aberración envuelta en explosiones y tontas historias de amor, y por el contrario el director danés ha creado esta maravilla. Pero les recuerdo que me he prometido no contarles más.
    Tan sólo que las interpretaciones son de lo mejor de la película. Kirsten Dunst recibió en el festival de Cannes el premio a la mejor actriz. Fue también en Cannes, con la película Volver de Pedro Almodóvar cuando este premio recayó en todo el elenco femenino. Pues yo hubiera hecho lo mismo con Melancolía (y que me disculpen Kiefer Sutherland y John Hurt por dejarles fuera), porque Charlotte Gainsbourg está al nivel de la Dunst -si no lo supera-, y Charlotte Rampling, en un papel menor eso sí, también raya a gran altura.

Miguel Masero Ortega