CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 29 de Noviembre: JANE EYRE



El próximo jueves, 29 de noviembre,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “Jane Eyre”,  de Cary Joji Fukunaga, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 3´50 euros.

Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Raquel Sáenz de Buruaga que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo, y hasta el jueves. Asociación Otrosojos.



Dirección: Cary Joji Fukunaga
Guión: Moira Buffini
Interpretes:   Mia Wasikowska, Michael Fassbender, Jamie Bell, Judi Dench

Reino Unido, 2011 - 120 min. 
Todos los públicos






SINOPSIS

Jane Eyre, una muchacha educada en un orfanato y de difícil infancia, es contratada por Edward Rochester para trabajar como institutriz de una niña en Thornfield House. La aislada y sombría mansión, así como la inicial frialdad del dueño de la casa ponen a prueba la fortaleza de la joven. Sin embargo, poco a poco empieza a enamorarse de él.





El libro me gustó más” 

Hay dos frases que me dan repelüs: “…poner mi granito de arena” y “ el libro me gustó más”. La primera pudo parecer ingeniosa en el momento de su nacimiento, pero ahora, decenas ¿cientos? de años después, es un tópico que se me atraganta. La otra frase que también circula en boca de muchas personas cuando opinan sobre una película basada en un novela, refleja, generalmente, que quien la pronuncia desearía que la cinta hubiera plasmado de manera íntegra y minuciosa todos los pasajes, personajes y paisajes de la obra literaria.
    Existen varias formas de adaptar al cine un relato escrito. A veces, el texto es una lejana referencia o una excusa para el desarrollo de un trabajo en el que el parecido con aquel es anecdótico. Otras, se busca expresar el espíritu del escritor pero el cineasta se toma licencias como cambiar el contexto temporal o geográfico, suprimir o añadir personajes, etc. Finalmente, hay casos como el de esta adaptación de Jane Eyre de Fukunaga en que la fidelidad a la novela es bastante acentuada y, paradójicamente, innovadora.
    La escritora Charlote Brontë dibujó para su romántica ficción, en plena época victoriana, una mujer rebelde e inteligente con intensas ambiciones de libertad. Sin duda, un personaje precursor del feminismo, impregnado además  de matices autobiográficos. No menos audaz ni moderno es Rochester, el protagonista masculino que también soporta las presiones puritanas de la sociedad.
    Para el espectador que no recuerde o desconozca la trama argumental de este clásico de la literatura inglesa, asistir a esta proyección supondrá una experiencia todavía más placentera. Desde la primera escena -en el guión, seis páginas sin diálogo-, unos parajes neblinosos y húmedos acotan el clima anímico de los habitantes atormentados de esta historia.
    Todos los aspectos formales de la película están cuidados al máximo. Localizaciones, decoración de interiores, vestuario, música, fotografía, etc, presentan tal cohesión estilística que nada sobresale ni rompe la armonía. Este resultado es fruto, principalmente, de un excelente trabajo de producción con la aportación -es de suponer- del director. La estructura temporal en la narracion -con uso de flash back- no parece artificiosa sino que es eficaz a la hora de mantener el interés cuando se rompe el transcurso lineal para desvelar los sucesos que van cayendo sobre la vida de la pobre Jane. Pero ¿de qué serviría toda esta perfección técnica si se hubiera fichado a unos interprétes bellísimos pero anodinos? Afortunadamente, tampoco se ha escatimado en esto ni se han hecho concesiones. La joven actriz Mia Wasikowska (Alicia en el país de las maravillas, la serie de TV En terapia) no es guapa ni sensual, y encarna con convicción a una Jane Eyre inmensamente desgraciada pero sin blanduras y de una integridad moral e inteligencia que se vuelven contra su felicidad. Michael Fassbender, actor multipremidado por Shame, da una digna réplica a Wasikowska como el Rochester amargado, voluble, aparentemente turbio pero también tocado por la desgracia.
    En esta versión de la tortuosa historia de dos corazones heridos, la soledad es un elemento tan presente o más que la pasión amorosa porque, además, casi todos los personajes la padecen. El ama de llaves, interpretada por la siempre magnífica Judi Dench, vive con sombría resignación el aislamiento en la mansión. Incluso la niña, la protegida de Rochester, con su carácter ingenuamente frívolo que provoca ternura y sonrisas, vive insconsciente su inmerecido destierro. Se podría decir que esta última versión de Jane Eyre reivindica el melodrama sin aspavientos. Es digna y hermosa.

Raquel Sáenz de Buruaga
  




 


 

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