CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 29 de Abril: THIS IS ENGLAND

El próximo jueves, 29 de abril,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “This is England”, de Shane Meadows, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 2´50 euros.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Diego López González que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.
Un abrazo, y hasta el jueves. Asociación Otrosojos.


 
Dirección:      Shane Meadows
Guión:           Shane Meadows
Intérpretes:  Thomas Turgoose, Stephen Graham

Reino Unido, 2006 - 98 min.
Mayores de 13 años





SINOPSIS 

Estamos en 1983, y los colegios están de vacaciones. Esas largas semanas de verano que transcurren entre un curso y otro, cuando pueden producirse acontecimientos que marcan un cambio en la vida. Shaun tiene 12 años; es un niño solitario que crece en un pueblo costero muy gris, cuyo padre ha muerto en combate en la guerra de Las Malvinas. Ahora encuentra nuevos modelos masculinos cuando le “adoptan” los cabezas rapadas, skinheads locales. Con sus nuevos amigos, Shaun descubre los encantos de las botas Dr. Martins.





Dime con quién andas...

Seguro que han visto ese anuncio de la tele, ahora mismo no recuerdo de qué exactamente, en el que una voz en off de niño hace todo un alegato en defensa de sus derechos diciendo, y con razón, que a ellos no les gustan las acelgas, no les gusta cantar…ni bailar, no son marineros… y que acaba con un rotundo “no nos gusta escuchar siempre que ser padre es difícil, porque ser hijo... tampoco es fácil”. Que se lo pregunten a Shaun, el joven protagonista de la película que hoy nos atañe: This is England (Shane Meadows, 2006).Su padre falleció recientemente en la guerra de Las Malvinas, no termina de adaptarse a su nuevo entorno, es un niño solitario, sin amigos, con quien todo el mundo se mete, y a su madre, aparte de no haber superado la pérdida de su esposo y no dedicarle suficiente atención a su hijo, no se le ocurre otra cosa que vestirle con unos horteras pantalones dos tallas más grandes.
    Por eso, cuando Woody y sus amigos del movimiento “skin head” deciden “adoptarle”, él, con la inocente mirada de un niño, ve más allá de estéticas, ideologías o tribus urbanas. El encuentra fascinante que un grupo de chicos mayores le acepte, le defienda, le aprecie, le haga sentirse bien… Shaun está experimentando por primera vez lo que es la AMISTAD (sí, con mayúsculas) lejos de tópicos y estereotipos sociales. Sin embargo, se encuentra (aunque no lo parezca) en una difícil edad, en plena fase de formación y aprendizaje, y camina hacia su madurez a pasos agigantados, seguramente a destiempo, viviendo y experimentando cosas prematuramente. Ese verano marcará a Shaun y posiblemente a algún que otro espectador.
    La interpretación de Thomas Turgoose es simplemente brillante para alguien de tan corta edad, que se pone por primera vez delante de las cámaras y en un papel nada sencillo. Con él, y de la mano de Shane Meadows, viajamos a la Inglaterra de la “Dama de Hierro”,  a los barrios pobres de esas feas ciudades industriales británicas donde los “mods” y los “skinheads” campean a sus anchas. La política neoliberal llevada a cabo por Margaret Thatcher, si bien supuso un relanzamiento y aumento de la producción industrial y un recorte de la inflación y el déficit presupuestario, resultó muy costosa en el campo social, al provocar un aumento del paro, un fuerte incremento de las desigualdades y fenómenos de marginación en los suburbios urbanos, lo que abocó a su vez a miles de jóvenes, como los de la película, a buscar respuestas donde no las hay.
   This is England nos muestra una radiografía social y humana llena de dramatismo de una época no muy lejana y un retrato objetivo, sin ambigüedades ni prejuicios, de un movimiento que originariamente era un modo de vida de jóvenes de barrio obrero que compartían su gusto por un estilo de música y vestimenta, así como un culto al compañerismo y su orgullo de pertenecer a la clase obrera, ajenos a tendencias políticas, y que en la década de los 80, fruto de una política social nefasta, se separó en dos culturas: la política y la apartidista, lo cuál Meadows trata de reflejar a través de la mirada de un niño, posiblemente a través de sus propios ojos, ya que, como reconoce el director, la película tiene una gran parte de autobiográfica.
    Excelente ambientación, música e interpretación para una cinta que no aguantará un determinado público por su violencia y tono “mal hablado” (una pena no poder ofrecerla en versión original), pero que gustará a los interesados por las cuestiones sociales y su trasfondo humano, pues no deja de ser un acercamiento matizado y comprensivo, a la vez que claro y sin ambigüedades, a estos jóvenes heridos en su corazón.

Diego López González



 

Jueves 8 de Abril: EL DESAFÍO: FROST CONTRA NIXON

El próximo jueves, 8 de abril,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “El desafío: Frost contra Nixon”, de Ron Howard, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 2´50 euros.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Diego López González que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.
Un abrazo, y hasta el jueves. Asociación Otrosojos




Dirección:      Ron Howard
Guión:          Peter Morgan
Intérpretes:  Frank Langella, Michael Sheen, Rebecca Hall

Estados Unidos, 2008 - 123 min.
Mayores de 7 años





SINOPSIS

En los tres años siguientes a verse obligado a dejar la Casa Blanca, Richard Nixon permaneció en silencio. Sin embargo, en el verano de 1977, el astuto y frío ex presidente aceptó conceder una única entrevista y contestar a preguntas acerca de su mandato y del escándalo Watergate que acabó con su presidencia. Nixon sorprendió a todos al escoger a David Frost como confesor televisivo, seguro de que podría con el alegre presentador británico y se ganaría los corazones y las mentes de los estadounidenses.




Desafíos

Confío en que a estas alturas nuestro fiel espectador no se amilane ante el tremendista término de “cine político”, que no parece augurar nada bueno. Le pediría que permaneciera en su asiento y no saliese corriendo, porque a veces este tipo de cine nos regala sorpresas tan gratas como ésta.
    Porque sí, es cierto que el Watergate, la serie de escándalos políticos acaecidos en EE.UU. durante la presidencia de Richard M. Nixon y que incluían entre otras “lindezas” fraude en la campaña, espionaje político y sabotaje, auditorias de impuestos falsas o intrusiones y escuchas ilegales a gran escala y que acabaron con la imputación de algunos consejeros muy cercanos a Nixon y con su propia dimisión el 8 de Agosto de 1974, es un asunto pasado y muy manido. Y es cierto también que estos temas de corrupción y abuso de autoridad en la clase política, pese a seguir siendo de candente actualidad (no hay nada como mirarse al propio ombligo…), seguramente acaban perdiendo con el paso del tiempo el interés que suscitan en un principio.
    Sin embargo, El Desafío: Frost contra Nixon (Ron Howard, 2008) no es el tipo de thriller político al que estamos acostumbrados, como JFK de Oliver Stone (1991) o Todos los hombres del presidente de Alan J. Pakula (1976). Aquí, lejos de tiroteos, persecuciones e intrigas políticas, lo que se plantea es un duelo, un maravilloso combate dialéctico entre dos grandes hombres acostumbrados al éxito venidos a menos: por un lado el ex-presidente de EE.UU. Richard M. Nixon y por otro David Frost, un showman y play-boy que sobrevive gracias a programas de dudosa calidad y baja audiencia. Han pasado ya tres años desde que se destapó la trama del Watergate, pero ambos ven en esa entrevista la oportunidad única y definitiva para relanzar su carrera. Para el periodista es una fuente de audiencia y la plataforma para recuperar su status; para Richard Nixon una manera sencilla de lavar su imagen, recuperar su credibilidad y obtener, por qué no, el perdón del pueblo americano ante un presentador poco experto en esas lides. Cuando llegue el momento ambos estarán concentrados y listos para la batalla.
    A lo largo de la serie de entrevistas cada uno muestra sus ambiciones, inseguridades, personalidad e inesperadas reservas de dignidad para llegar por fin a una asombrosa exhibición de sinceridad… y de interpretación. Porque si Michael Sheen en su papel de David Frost raya a una gran altura, Frank Langella en su papel de Richard M. Nixon roza lo apoteósico (aunque se ve que no lo suficiente para la academia de cine norteamericana, que decidió otorgar el Oscar a Mejor Actor a Sean Penn, sin desmerecerlo, por su papel en Harvey Milk (Gus Van Sant, 2008).
    Señores, les dejo solos ante el desafío que plantea esta adaptación de la obra teatral de Peter Morgan, un desafío de Ron Howard a la academia americana, quién, tras varios años apartado de la élite cinematográfica tras la oscarizada Una mente maravillosa (2001), vuelve a presentarles una obra impecable que seguramente provocaría auténticos quebraderos de cabeza a más de un académico a la hora de dar su voto a la mejor película; todo un desafío al espectador reacio a inmiscuirse en cintas de asuntos políticos; un desafío a unos magníficos actores, tanto principales como secundarios (Kevin Bacon como Jack Brennan o Sam Rockwell como James Reston Jr, por destacar a algunos de ellos) que aceptan el reto y consiguen con sus actuaciones mantener al espectador pegado a la butaca, tenso ante cada pregunta, ante cada silencio, ante cada gesto; y un desafío personal del propio director, que vuelve a demostrar su valía tras películas más bien mediocres o de simple entretenimiento. En definitiva, un desafío a nuestro querido espectador de Con Otros Ojos que espero acepten gustosos.



Diego López González