CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Miércoles 14 de abril: SÓLO TE TENGO A TÍ


El próximo miércoles, 14 de abril, proyectamos en el Cine Novedades la película “Sólo te tengo a tí", de Laetitia Colombani.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Valentín Terrazas que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel

Hasta el miercoles. Asociación Otrosojos.


Dirección:      Laetitia Colombani
Guión:           Laetitia Colombani
Intérpretes:  Audrey Tautou, Samuel Le Bihan, Isabelle Carré, Sophie Guillemin. 









SINOPSIS 

Angélique está enamorada de un cardiólogo casado. Muchos obstáculos para su amor, pero qué importa: cuando se ama se sabe esperar... apasionadamente, hasta la locura. Esta es aparentemente la historia. Aparentemente.






Vuelva a mirarlo... 

"Hay otros mundos, pero están en éste"... la sugerente proposición de Paul Eluard cobra en la ópera prima de la actriz Laetitia Colombani un inquietante sentido. "Sólo te tengo a tí" supone, efectivamente, una invitación a observar la realidad más alla de su superficie. A abandonar la cómoda senda común en la interpretación de aquello que vemos -o creemos ver-, arriesgándonos a establecer otras posibles combinaciones.
     Este -la existencia de diferentes lecturas, en ocasiones irreconciliables, de los acontecimientos- es el núcleo de una película que se ofrece, en su primer tramo, como una edulcorada comedia para transformarse más tarde en un desasosegante thriller. Pero no adelantemos acontecimientos, remedando a esos insoportables espectadores que salen de la sala, después de ver una historia policiaca, comentando en voz alta (de modo que sólo los más sordos de entre quienes esperan a la siguiente sesión pueden evitar oirles) "¡quién podía imaginar que el asesino era el fontanero...!".
     Limitémonos a apuntar que se trata de un trabajo sorprendente, fresco, sustentado en un sólido guión del que la directora, en colaboración con Caroline Thivel, llegó a escribir cinco versiones anteriores a la definitiva. Un guión que basa su capacidad de sorpresa no en una gratuita "vuelta de tuerca" (tan frecuente -y molesta, por su estupidez y falta de respeto al público- en la cinematografía mundial) sino en la posible dualidad de cuanto nos rodea. En su inteligente construcción, Colombani ha utilizado además con acierto otros elementos: desde la propia elección de sus protagonistas (una Audrey Tautou que arrastrando la imagen dulce de "Amélie" nos empuja a entrar de cabeza en la trampa urdida por la directora) hasta la coherente ruptura de ritmos y tonalidades entre las dos partes del film: de la vitalidad (estilística y cromática) que sugiere un amor apasionado a la frialdad que va colándose -como una corriente insana- por las rendijas de una estructura aparentemente compacta. La certeza mostrada por la realizadora de la ambigüedad del lenguaje (estimulante, aunque, qué duda cabe, ocasionalmente incómoda) es otra de las claves de la obra.
     Quien, impaciente, abandonara el cine en la primera mitad de la película, creería estar dejando atrás un pastelillo más que banal. Pero... escuche al poeta francés: mírelo dos veces, asómese a los otros mundos que alientan en éste, atrévase a sostener la mirada, la otra mirada, de la dulce Amélie. Póngase -lo quiera o no, este es el designio de Laetitia Colombani- en el incómodo papel de Loïc. 

Valentín Terrazas